Acné y cicatrices

El acné es un problema que afecta a gran parte de los adolescentes, aunque no siempre en la misma medida. Para algunos jóvenes, el problema se queda en algún grano que puede ser más o menos inoportuno y afectar un poco a su estética, pero que se va sin dejar consecuencias. Pero otros tienen un auténtico problema con su acné, que cubre rostro, escote y en ocasiones incluso la espalda o el cuero cabelludo. Los granos se infectan y se llenan de pus y pueden alcanzar tamaños considerables. Esto hace que su imagen personal se vea seriamente afectada.

El acné severo es causa de visita al especialista tratamientos acne desde siempre. Pero hace algunas décadas no era habitual visitar al dermatólogo en los casos de acné suave ni tampoco de un acné medio, ya que se consideraba que era algo propio de la edad y por lo que había que pasar, sin más. Las consecuencias de esta falta de atención fueron muchas infecciones o la aplicación de métodos caseros poco recomendables que acarrearon más complicaciones. Y, tras haber superado la adolescencia y llegar a la edad adulta, tal vez los granos ya no estén presentes, pero quedan las cicatrices. 

Las cicatrices pueden ser todavía peor que los granos porque no hay esa esperanza de que acaben por irse con el tiempo. Y muchas personas recurren a maquillajes para cubrir la cara sin atreverse a salir sin ellos. Pero hay maneras de tratar la piel para que todas esas marcas se vuelvan mucho más discretas e incluso, en los casos más fáciles, puedan llegar a desaparecer prácticamente por completo. Existen diferentes maneras de tratar la piel, incluso se pueden combinar técnicas para lograr los resultados más perfectos. El dermatólogo es el médico que te indicará cuáles son los que tienes que aplicar en tu caso.

Una de las técnicas más habituales es el empleo de láser, que actúa como un pequeño pulidor de la piel, ayudando a que las cicatrices mengüen y se hagan mucho menos visibles. Dependiendo del tipo de piel y de lo profundas que sean las cicatrices, así como de cuánta área abarquen, serán necesarias más sesiones o menos y el profesional puede recomendar espaciarlas para que la piel descanse y se vaya recuperando de las pequeñas inflamaciones que causa este método. Pero, una vez que se van esos efectos secundarios que siempre son temporales, se pueden ver los resultados y estos merecen la pena.