Cuando nuestros padres llegan a una cierta edad, comienza a preocuparnos el hecho de que estén solos. Pero muchos mayores son totalmente independientes y escogen vivir de forma autónoma por mucho que nos pueda preocupar. Sin embargo, hay formas en las que podemos estar más tranquilos nosotros y también ellos. Y una de esas formas es regalándoles un reloj que detecta caidas.
Este tipo de relojes tienen funciones bastante interesantes que están pensadas para proteger a nuestros mayores. Por ejemplo, si la persona se cae estando sola en casa, el reloj detectará la caída y se producirá una llamada telefónica por parte de la empresa que gestiona el servicio. Si el mayor no atiende la llamada o lo hace, pero pidiendo ayuda, se llama al familiar de referencia para que acuda a casa a ver qué es lo que sucede. Si esta persona no contestara, la empresa se pondrá en contacto con las autoridades para que valoren acudir con una ambulancia y entrar en el domicilio en caso de que sea necesario.
Otra de las funciones de estos relojes es el de tener un GPS que permite localizar a la persona. Esto es ideal para aquellos mayores que suelen olvidar el teléfono en casa, en donde suelen instalarse los programas de rastreo, pero que tienen además otros problemas como desorientarse. En caso de que el mayor no sea capaz de volver a casa, será muy sencillo saber en dónde está y acudir a prestarle ayuda. Se evitan así casos como los de personas que acaban pasando toda una noche a la intemperie y que pueden incluso tener graves problemas de salud cuando hace frío debidos a una hipotermia.
El reloj, además, controla las constantes vitales del anciano. Esto hace que en caso de que se detecte un problema serio y la persona no responda, se llame de forma inmediata al familiar de referencia o se pida ayuda médica.
Muchos mayores se niegan a tener el típico botón de ayuda porque consideran que eso es para personas que no se valen por sí mismas o, simplemente, porque eso los pone en evidencia ante otras personas de su entorno. Sin embargo, este tipo de relojes son como pulseras inteligentes que pasan totalmente desapercibidas, por lo que se sienten protegidos pero sin sentir que sus debilidades debidas a la edad son expuestas públicamente.